El espectáculo


Encuentro poético musical

"Ecos de la noche" aúna en un espacio íntimo, la puesta en escena de los principales poemas de David Fernández Rivera, en esta ocasión desarrollado a través de una agresiva combinación de instrumentos musicales junto a la interpretación orgánica y entregada del autor. Es en ese momento, cuando las temáticas sobre el autoconocimiento y la solidaridad, se convierten en las grandes protagonistas de un espectáculo honesto, contemporáneo y diferente.




“Ecos de la noche” puede considerarse como el gran clásico dentro de las diferentes direcciones teatrales y poéticas de David Fernández Rivera. Y no lo decimos solo por el año de concepción y elaboración inicial, para lo que tendríamos que remontarnos a la adolescencia del poeta, sino más bien porque en él se recogen a la perfección lo que fue David, sus primeros instintos musicales, así como su gran conocimiento y vocación escénica.

Todo esto fructificaría más adelante en otros libros del autor, concepciones musicales, discos en desarrollo, etc... Pero el origen de todo ello tiene un nombre: “Ecos de la noche”.

En su momento, y nos estamos remontando quince años atrás, David concibió la poesía, no como un intercambio exclusivo entre el autor y el lector a través del poema, sino que quiso intervenir con sus preguntas, reflexiones, interpretaciones y todo lo que estuviese en su interior para hacer gritar con mayor firmeza el poema.

Posteriormente, y en un breve periodo de tiempo, se seleccionaron muchos de los poemas que ahora componen el actual espectáculo. Algo más tardaría en llegar la música, pues pasaron al menos dos años hasta encontrar la instrumentación definitiva, en la que hoy en día tiene un gran peso la guitarra.

Ya por entonces, se pudo definir “Ecos de la noche” tal y como lo podemos conocer ahora. Y esto es, un recital con una gran carga interpretativa, pero a la vez con una extrema contención de la misma. Las interpretaciones se hilvanan entre sí con reflexiones de unos minutos que llevan al espectador a otro espacio y tiempo, un lugar donde el siguiente poema convertirá al visitante en el gran protagonista.

La música en directo y una escenografía minimalista, terminan de perfilar un auténtico encuentro con el autor, eso sí, desde una perspectiva que juega entre la comunicación puramente artística y la bidireccionalidad del discurso. Por ello nos atrevemos a decir que “Ecos de la noche” no sigue la tradición en absoluto de los recitales de poesía, es más, por momentos, crea una entidad nueva.

Un trabajo tan económico como total, pues lo único que se necesita es público, puesto que el escenario solo estará vestido con voz y guitarra.

Muchos se preguntarán sin David Fernández Rivera, un autor al que la crítica lo ha encuadrado en un movimiento de segunda vanguardia, compondría a día de hoy algo así. Pero no importa, y más en el momento que quiso apostar por recoger todos los maravillosos momentos de los más que diversos teatros, salas y exteriores en un disco imprescindible para comprender las raíces de David Fernández Rivera.